Los desafíos que le plantea al Municipio B que la mitad de las personas en situación de calle vivan en sus barrios
“El lado B del Municipio B”: la emergencia social que afronta la alcaldía. Entrevista con la Arqta. Silvana Pissano, alcaldesa del Municipio B de Montevideo.
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Silvana Pissano, alcaldesa del Municipio B se refirió a “El lado B del Municipio B”, un mapeo colectivo sobre la situación de calle en ese de municipio.
Hoy hay más de 4000 personas viviendo en las calles de la capital, cifra que se triplicó en los últimos 10 años. La mitad de la gente en situación de calle habita en este municipio.
Pissano contó que el Municipio B tiene como política trabajar el derecho a la ciudad: “El año pasado otorgamos un subsidio a personas que viven en pensiones. El 5% del presupuesto anual se destinó a eso. Hicimos una investigación y muchas personas en el medio de la pandemia debieron destinar la mayor parte de sus ingresos para permanecer en las pensiones, incluso recortando dinero para la alimentación”.
Muchos de quienes no pudieron seguir pagando el costo de las pensiones, fueron a vivir a la periferia o a la calle, contó Pissano.
El informe establece que “las personas en calle son obligadas a moverse, porque no pueden permanecer, pero también y sobre todo porque el precario sistema de amparo es exigente: los estrictos horarios de los refugios, las poco prácticas localizaciones de los comedores, los escasos baños públicos disponibles, obligan a ir de una parte a otra”, y las personas en situación de calle a diario recorren el municipio, “muchas veces, de punta a punta”.
A partir de los resultados del mapeo, el Municipio tomó algunas medidas: “Haremos un pequeño sistema de baños públicos en cuatro barrios del Municipio: Ciudad vieja, Aguada, Palermo y el Centro, además de los ya existentes”, contó la alcaldesa. También se rehabilitó un inmueble abandonado de la zona y se convirtió en el centro de día, Café La Trama, que se suma a otros 3 ya existentes en la zona.
“Pero son muy pocos para la cantidad de personas que recorren las calles en busca de un techo, a veces caminan 12 horas por día porque no tienen dónde estar o porque “no hay un solo comedor de Inda en todo el municipio”, narró Pissano.
También trabajan para regular el uso de la arquitectura defensiva (pinchos, púas, que impiden que las personas se instalen en un lugar). “Se está haciendo un análisis de las categorías más peligrosas. Estamos haciendo una normativa en conjunto con la Intendencia de Montevideo que enviaremos a la Junta Departamental”, informó Pissano.